A la banyera!

El món del bany sempre m'ha semblat molt divertit. Recordo el dia que vam portar la nostra petita a la pediatra per la revisió del 1er mes i ens va preguntar com anaven les banyeres. La nostra resposta va ser clara: "No l'hem banyat mai encara". La resposta no va ser tan clara: "Ah, no? ...Doncs caldria... seria bo... ho hauríeu de començar a fer...". "D'acord" -li vam respondre- "no ho havíem cregut necessari". Clar! Amb què es pot embrutar un nadó? El culet sempre el duia net i polit i la resta... també! No calen banys per anar net! I la vam començar a banyar de tant en tant (1 o 2 cops a la setmana, no pas cada dia! Continuava anant neta i polida!).

Recordo un altre dia, en un grup de pares i mares, que una mare (amb un petit de 2 mesos) explicava el suplici que era per ella quan anaven un dia a cals sogres i clar! havia de banyar al petitó. Que si el nen plorava perquè no ho volia, que si els avis (els sogres) volien estar tots a dins el lavabo per veure com es banyava al petit, que si després quan se li havia de posar la cremeta el nen continuava plorant... al final fins i tot la mare plorava! Tan fàcil que hagués estat no banyar al petit aquell dia... però les rutines! Què importants que són o que importants volen que creguem que siguin!

Un altre dia, recordo una conversa sobre pots i potinguetes. Que si quina crema hidratant li poses, que si quin sabó gastes, que si què li poses quan té el culet encetat, que si li poses colònia... La meva resposta era fàcil, però no la més lloada: de crema no n'hi posem mai com a molt oli d'ametlles de tant en tant. De sabó poc i la veritat els que ens van regalar (ja ens ho mirarem millor això). De cremeta pel cul quasi no en gastem, cul a l'aire tan com es pot i sinó alguna de curativa de pasqua a rams. I colònia... ni pensar-ho! amb la bona olor que fan els petits!

Ah! i això de banyar-la a la mateixa hora? Mai! Ara mateix us he deixar per anar-la a banyar que jugant jugant més que blanca sembla negra!!!!

En resum, i com sempre, a casa nostra devem ser uns bitxos raros! Us penjo un article d'un diari asturià on es parla sobre el tema:

Los pediatras consideran perjudicial usar jabón más de dos veces por semana

Relacionan la higiene excesiva con el aumento del asma y las alergias infantiles. 31/10/2009 a La voz de Asturias per EVA MELÚS

Marta López confiesa que cuando era pequeña se bañaba cada dos o tres días. A los 36 años se ducha hasta cuatro veces diarias en verano y el resto del año, por la mañana y por la noche. Por supuesto, con aromático jabón. "Mi marido dice que soy una maniática de la higiene y la verdad es que esa manía también alcanza a los niños", dice dejando escapar la risa. Marta explica que ni Aitor, de 3 años, ni mucho menos Ainara, de 9 meses, se ensucian demasiado, pero el ritual del baño a las siete y media de la tarde es sagrado. "Me da la sensación de que cuando los baño descansan más. También puede ser que sea yo la que más se relaja", reflexiona.

El doctor Santiago García-Tornel, jefe clínico de Pediatría del Hospital de Sant Joan de Déu (Esplugues) opina que un baño diario con agua sola es divertido y relajante. Lo que es absolutamente contraproducente, insiste, es someter la frágil piel de un bebé al jabón más de dos o tres veces por semana: "El baño diario se hace porque resulta agradable y porque hay una presión de la industria sobre las familias que les hace pensar que el niño necesita todo tipo de jabones y cremas con muñequitos dibujados".

UN FILÓN PARA LA PERFUMERÍA
La empresa TNS Sofres es la única que hace un seguimiento de las compras de productos para niños con cuestionarios a familias con bebés de 0 a 36 meses. Según su último informe, los hogares se gastan una media de 102 euros anuales en aceites, leches corporales, cremas, colonias y toallitas, el artículo estrella, ya que entra en el 94 % de los hogares y supone casi la mitad del gasto en perfumería. El champú se lleva el 5%, mientras que el gel, la espuma de baño y el jabón, el 10%. TNS Sofres asegura que asistimos a un nuevo baby boom en España y, en tiempos de crisis, to eso convierte este mercado en un goloso filón. García-Tornel opina que el promotor del baño diario de los bebés no era médico sino publicista. "Todo empezó cuando los niños comenzaron a protagonizar anuncios a todo color de pañales y jabones", dice.

El pediatra alerta sobre el exceso de usar demasiados productos químicos en el baño, que además de penetrar en la piel (la de los niños es cinco veces más fina que la de un adulto) son inhalados durante un buen rato, y a veces tragados. El doctor asegura que en los últimos años han aumentado de forma considerable el asma y las alergias infantiles. Un estudio de la Universidad de Santiago de Compostela cifra esa subida en un 20% y lo relaciona directamente con los productos químicos que acompañan a estos cambios en la higiene, a la obsesión por la asepsia total.

Aitor y Ainara, que se bañan juntos, juegan en la bañera 25 minutos. Su agua está sazonada con un gel para pieles atópicas, porque el niño sufrió en verano una sudamina, esos granitos rojos que aparecen con el calor. Champú, un día sí y otro no. Al salir de la bañera, la madre los embadurna con una hidratante ("en verano, estas cremas tapan la respiración de la piel", dice el doctor) de farmacia, especial para pieles atópicas, y después les aplica otra crema para prevenir la irritación en las nalgas. Aitor, además, se pone un poco de pomada en el morado que le ha salido esta tarde, cuando se ha caído en el parque. Un poco de colonia con olor a lavanda, que relaja, y a dormir. El ritual del baño ha terminado.